
Tras un día de "compras" por
Dakar, que es lo mas parecido a la tortura que yo conozco, salimos dirección
Yene donde descansamos en un precioso
campament (
hipocampament) de nuestros primeros 60 km. Al día siguiente 42 km nos llevaron a la "reserva de
bandia " donde nos dimos el capricho de contratar un 4x4 para ir a buscar a los bichos que viven "libremente" dentro de la pequeña reserva. La verdad es que cuando vimos al rinoceronte nos hizo ilusión no estar en la
bici.
Después de arreglar un pinchazo de la bicicleta continuamos a
Nguekokh donde cenamos y dormimos en casa del guarda de la reserva, aquí es donde conocimos el plato típico de pescado ahumado con
gombo (el
chupughaja), que en
wolof quiere decir "no apto para gargantas sensibles". Es justo decir que esta familia nos trato maravillosamente, nos enseñó el pueblo y sus gentes.